La sorpresa Patagónica.

Fueron tres pasos para llegar a él. Paso uno; una tarde en la compu leyendo mails… de fondo un amigo de una amiga poniendo música, tarde lluviosa, le comentaba él a ella de un chico de la Patagonia, y de fondo sonaba algo cálido y nostálgico que por desconcentrada no pude retener bien.

Paso dos, Rolling Stone Argentina Número equis; Madonna, resumen del Pepsi Music, “Walt street hecho bolsa”, La cantante de Pinkat dando datos de su estilo… bla bla…. Después página 47, su foto: “Lisandro Aristimuño, canciones para los días de la vida”…. Este chico con pinta de nerd patagónico, con el pelo desordenado, cara de quien recién se está despertando y ese chalequito con pelusas de otras épocas, tenía que ser el de esa tarde. El paso tres fue fácil, Ciclo de música en la costanera sur de Capital Federal, un anfiteatro con aire de puerto… vista al rio de la plata y mucho pasto para pasar la tarde escuchando buena música en vivo… Vi el cartel y fui, el día estaba fresquito, nada de humedad porteña de enero… nada de lluvia con 37 grados de calor… Simplemente ideal y la gente parecía disfrutarlo. Todos estaban ahí, niños, madres, abuelas, hippies, malabaristas, alternativos, chicas fashionistas con vestuario de revista, gente estacionando autos, acomodando bicicletas, doblando coches, sentándose en el pasto o abriendo estas sillitas plegables playeras. Para mí un espectáculo por si mismo, antes de que empezara a sonar la música… Algunos con el mate, otros con las birras, con un cigarro, un porro…. Todos!..

Y empezó la magia, cuando ya se veían algunas estrellas… se enciende la pantalla y aparecen unas animaciones como de cuentos infantiles… Sale Lisandro y de pronto todas somos unas groupies… él hipnotiza, con sus simples melodías llenas de detallitos, esa voz nostálgica. Ahi estaba ese chico del chaleco pelusón sacando soniditos de sus máquinas, como un mago sacando y sacando conejos de su sombrero. Una puesta en escena acorde con el espacio, de a poco lograba que los que no estaba ahí por él en particular, disfrutaran de las canciones de sus tres discos (Azules turquesas, Ese asunto de la ventana y 39º)

Me fui con las ganas de algo más íntimo…. Por eso no dude en ir a verlo a Niceto ( algo así como una sala scd que después se hace boliche) cuando se presentaba por última vez antes de una gira por España… yo seguía sin dimensionar la convocatoria que tenia este chico, hasta que llegamos con una amiga a Niceto y la fila para entrar daba la vuelta a la manzana. La gente caminaba sin encontrar el final de la fila con cara de “no puedo creer que tanta gente venga a ver a este tipo”, porque Lisandro Aristimuño , que vino desde Viedma, en la Patagonia Argentina, hasta Buenos aires siguiendo a su novia de toda la vida, que dejó el horizonte infinito del sur para encerrarse en un Depto de Palermo y escribir canciones de añoranza, pequeños mundos oníricos, descifrar los sonidos de la ciudad y ampliar el espectro con la electrónica. Pasó de ser un artista piola de la escena indie porteña a llenar tres veces el ND ateneo en la capital.

El show de Niceto fue de esos en los que dejas de pedir otra, porque ya no puedes pedir más… en él se notaba el amor por lo que hace, la dedicación en cada melodía y el buen gusto para elegir a sus compañeros de banda …. Un chelo, una batería una guitarra y su hermana haciendo bases de canciones con el zapateo de sus pies bailando flamenco… Realmente un artista que ya se está consangrando, del que tendremos noticias pronto portadas, pero más que nada música honesta, para las tardes de otoño, para acompañar el té o el mate … cómo cada uno guste.

Acá les dejo a los curiosos el link de su myspace.

www.myspace.com/lisandroaristi