Y yo le pregunto,
Cómo crees que estaré de aquí a 20 años?
El se toma su tiempo, bebe un poco de vino, da un respiro corto...
- Voy al baño y te respondo.
- Siempre haciendo trampa.
Él vuelve, se sienta frente a mi, mientras, juega con el tenedor moviendo lo que queda de su tercer plato.
- Igual que ahora, más mañosa, con más canas, pero siempre buscando aquellos 20 segundos de felicidad.
miércoles, 9 de septiembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Los tenedores siempre fueron revolucionarios.
Publicar un comentario